Casa Palacio de los Condes de Bureta - Bureta, Zaragoza

Alba M. L.

La visita a la casa palacio es imprescindible.

Mariano, el actual conde de Bureta, detalla cada esquina de esta preciosa casa que ha restaurado completamente.

Una verdadera joya, pero lo verdaderamente importante es el paseo por la historia que el propio Mariano narra sin dejarse absolutamente ni un detalle. 1 hora y 33 minutos de historia aragonesa y de España en el que cada minuto vale la pena. La visita cuesta 7 euros para ayudarle mínimamente a seguir restaurando todo el tesoro que tiene en su interior.

Aunque te tengas que desviar, ven a visitarla. Increíble. Recomendable 100%.

Alejandro P. T.

Un lugar increíble. Por fuera engaña, pero cuando Mariano, el conde, te empieza a enseñar las habitaciones y todas las dependencias del Palacio, la sensación es de asombro. Pocas veces puedes ver documentos del 1400 o cartas de Palafox. Es algo increíble, de verdad. La visita son casi dos horas que pasan volando. Dan ganas de quedarse y preguntar por cada una de las cosas que hay, de verdad.
Visita más que recomendable.

Terapias A.

Acabamos de visitar el Palacio unos cuantos amigos y, realmente, salimos encantados. Es espectacular, pero lo que más vamos a destacar es el guía que, además, es el conde de Bureta. Hemos disfrutado muchísimo y mi hijo Nilo ya está deseando volver. Muy recomendable la visita. Mucho. Una hora y media de visita inolvidable. Gracias.

Maria

Indispensable la visita al Palacio si estas por la zona.
No solamente tiene un alto valor patrimonial la historia del palacio sino que hablaremos del restaurante......

SOTUER
gastronomía a la altura de cualquier muy buen restaurante, yo diría que incluso más allá.

César te informa de los platos, te explica su elaboración y el porqué de su composición.

ExquiIto trato, elegante, ameno, amable y experimentado.

Solamente hay que mirar las fotos....

Un tesoro pot explorar totalmente desconocido e injustamente promocionado por su valor patrimonial y gastronómico.

Altamente recomendable.....come como un aristócrata pagando poco más que un vasayo.

A G.

Puntualidad, amabilidad, conocimiento y mucha, mucha dedicación, pasión y entusiasmo de Mariano, nuestro guia y Conde de Bureta. El palacio, un lugar de maravillosos incunables.
Lástima que los gobiernos actuales sean tan incultos, por no apoyar, potenciar y ayudar estas iniciativas privadas patrimoniales, históricas, culturales y como no, también turísticas, que tanta falta hace en los pueblos "olvidados".

Miguel M.

Quedamos gratamente sorprendidos por la visita a este palacio. El conde de bureta es el anfitrión y es un personaje en sí mismo demuestra pasión y cariño en todo lo que hace. Visita muy recomendable para ir con niños y también mayores

Margarita I.

Un fantástico lugar para conocer los acontecimientos de la guerra de la independencia a través de una de las heroínas más grandes de la época, la Condesa de Bureta. La casa-palacio es espectacular y guarda todo el sabor de la época tanto en la decoración como en todos los objetos y documentos que conserva. El actual conde de Bureta, D. Mariano, se ocupa personalmente de dirigir las visitas al palacio y de explicar su historia y sus leyendas con una pasión tan contagiosa que hace que la visita de 95 minutos se haga corta. Para reponer fuerzas después de la visita, en el patio de armas del palacio se encuentra el restaurante Sotuer, que eran las antiguas caballerizas y el nevero del palacio. En nuestro caso, nos alojamos en la casa rural del palacio, que eran las antiguas dependencias del guardés y que está actualmente muy bien acondicionada. Nos recibió la misma condesa para darnos, con mucha amabilidad, las llaves y las instrucciones más necesarias para tener una estancia fantástica y un recuerdo imborrable de nuestra visita a tierras de Borja

jose L. G.

Genial visita, genial anfitrión, espectacular interior, precioso continente, curiosisimo contenido.
Ubicado en un pueblo casi mágico, del que no podéis iros sin recorrerlo a fondo, este palacio es una edificación singular muy bonita y curiosa que está siendo restaurada por el propietario sin ayudas de las instituciones oficiales, con el esfuerzo físico y económico que supone eso (el señor conde, Mariano, limpia, cambia bombillas, arregla cosas, decora, rehabilita, restaura, vende, explica... Lo hace todo, o casi todo)
Durante el recorrido, de más o menos una hora y media y que se hace corto, asistes a una lección audiovisual en directo de historia de España y Aragón, contada con todo lujo de detalles y en un lenguaje fluido y comprensible que te hace querer saber más.
La propiedad tiene en su interior curiosidades y detalles que por sí mismas darían para escribir una docena de novelas de historia, misterio o aventuras.
Solamente por contemplar las reliquias que guarda la capilla del palacio ya vale la pena echar el viaje desde cualquier lugar de España, o más allá.
Lástima que las instituciones pertinentes no se preocupen más por publicitar y respaldar este tipo de lugares para disfrute y deleite del pueblo, y gracias a personas como Mariano por darlo todo para hacerlo posible.
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