Parador de Alcañiz - Alcañiz, Teruel

Berta T.

En nuestra visita al Parador de Alcañiz, la comida fue muy buena y el servicio atento. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no te traen el menú de manera automática; es necesario pedirlo expresamente.

El menú tiene un precio cerrado de 45€ e incluye una tabla de embutidos y quesos, una ensalada muy rica, un plato de bacalao exquisito, ternasco bien preparado, postre, agua y una botella de vino. La calidad de los platos fue excelente y todo estaba muy bien elaborado.

El parador tiene un ambiente rústico y acogedor, con un aire histórico que le da mucho encanto. Aunque no nos quedamos a dormir, es un lugar muy recomendable para disfrutar de una buena comida en un entorno especial.

Ruben D.

Nuestra estancia en el Parador de Alcañiz fue excelente. El servicio es impecable y la calidad, insuperable. La historia y el encanto del lugar lo hacen único.
Como única nota, algunos espacios pueden ser poco accesibles si viajas con un bebé en carrito, pero esto no empañó nuestra experiencia. Totalmente recomendable.

Darío

Reseña para la cafetería:
Muy mala atención en cafetería, parece que solo interesa un “tipo” de clientes. Cero amabilidad. Tampoco hay leche sin lactosa, ni vegetal, al preguntar me han ofrecido “desnatada”, es decir que no tienen ni idea de intolerancias, así que un té para mi mujer y listo.

En fin tampoco es un hotel de lujo pero al ser un parador uno espera otro tipo de trato pero supongo que depende del personal.

El lugar es bonito y muy “medieval”, eso sí!

Cristina R. M.

Las habitaciones espaciosas, bonitas y limpias. El parador es precioso y es un placer poder dormir en un palacio con tanta historia detrás.
Cenamos y desayunamos en el mismo parador y todo muy rico. La relación calidad-precio correcta.

Juan H.

Mi estancia en el Parador de Alcañiz fue un auténtico deleite para los sentidos. Desde mi llegada, el imponente castillo del siglo XII me envolvió en una atmósfera medieval que contrasta con la calidez y elegancia del interior. La habitación, espaciosa y decorada con detalles históricos, ofrecía una vista espectacular del paisaje aragonés, acentuada por la suave luz de la noche. La cena fue un verdadero festín gourmet: platos tradicionales aragoneses como el ternasco al horno y una fritada aragonesa con huevos a baja temperatura , preparados con técnicas modernas que realzaban sus sabores. Cada bocado era una experiencia sublime, acompañada de un vino local que armonizaba a la perfección. Pasear por los jardines iluminados y explorar los salones históricos me hizo sentir en otro tiempo, cerrando una velada inolvidable en un entorno de ensueño.

cactus C.

Es un sitio espectacular! Todo está cuidado al detalle: decoración, atención, limpieza, servicios. Tiene muchos rincones a cual más bonito. Se respira paz y tranquilidad. Totalmente recomendable!

Alba C.

Ayer fuimos a comer en familia al parador y cuando estábamos ya sentados, nos explicaron que tenían problemas con la electricidad y que, por lo tanto, la carta se reducía considerablemente, lo cual se debería haber avisado por teléfono antes de desplazarnos. Pedimos varios platos, entre ellos las costillas, prácticamente incomestibles dada la cantidad de sal que tenían. Las alubias, sin embargo, estaban muy sosas. El plato de queso fue insuficiente para el precio y el establecimiento; constaba de tres variedades, dos uvas y dos nueces para cinco personas. Para terminar, uno de los postres lo sirvieron sin uno de los ingredientes, lo cual deberían haberlo anticipado.
Nos invitaron al café, pero resultó insuficiente después de una experiencia que no estuvo a la altura, a pesar de las circunstancias.

JJ M.

El lugar es tranquilo, con un acceso un poco complicado, aunque quizá es cosa mía porque soy algo inútil. El servicio es efectivo, y especialmente atento en el bar y el restaurante, donde el lomo de ciervo estuvo excelente. Las habitaciones son añejas pero plenamente adecuadas. Se agradecería una mejor insonorización porque te enteras de casi todo lo que ocurre en las habitaciones contiguas. Ahora mismo están de obras en el exterior, con lo que se pierde acceso a ciertas partes de alrededor del edificio y alguna plaza de aparcamiento justo a la entrada. Es una lástima que no pudieran tener ningún detallito con un cumpleañero, pero en fin, tampoco te van a ir regalando cosas como si fueran amigos tuyos.